Hay algo que nos han enseñado desde muy pequeñitos y es la creencia de que, “con fuerza de voluntad todas las cosas se consiguen”.

La fuerza de voluntad es algo con lo que puedes empezar algo, sí, pero, no te va a facilitar, ni te va a asegurar el camino, no te va a dar la intención para acabar algo, porque ni la fuerza de voluntad ni la disciplina te garantizan que tengas la verdadera intención de hacer las cosas.

Las cosas no se consiguen a la fuerza, por mucha voluntad que tengas. Es justamente lo contrario, dejar que fluya tu imaginación e ir creando poco a poco esas imágenes, esa película que nos hemos formado de nuestra vida mentalmente e ir haciendo cosas que nos vaya llevando poco a poco a esa realidad que ya hemos creado en nuestro mundo interior, mediante nuestra imaginación.

Para ello, es importante, que disipes las dudas y que te centres en aquello que deseas como cumplido, desde el fin. Imaginarte que ya eres esa persona, esa en la que te quieres convertir.

Hay una frase que me encanta y esa cambia el escenario de mis días y esa es:

“Cambia la disciplina por un sentido de aventura”, cobra una fuerza de intención mayor que la de la voluntad sin más. Y es que a nadie le gusta hacer las cosas de forma forzada, porque no es natural, no forma parte de tu naturaleza, de lo que forma parte es del ego, algo que alguien te haya impuesto, algo que ese alguien te haya dicho que es bueno para ti, que es simplemente, lo que se debe hacer en edsas circunstancias, o en ese proceso, en ese proyecto, sin contar que no hay otra posibilidad porque, la disciplina y la fuerza de voluntad, ambas son las que te conducirán al éxito.

Entonces tu ego anota todo, ha captado el mensaje, te dice que debes ser esto para tener esto, y conseguir esto otro para ser reconocido internacionalmente, y es ahí cuando, ya has caído en la trampa del ego, porque él nunca tiene suficiente. Jamás tendrá suficiente.

Desde luego que quien tiene esa virtud, la disciplina, la fuerza de voluntad, es sin duda una cualidad muy admirable, pero tiene fecha de caducidad porque proviene del ego. Se identifica con lo que hace, con lo que tiene, con lo que consigue, pero nunca tendrá suficiente, recuerda.

Yo te propongo que, en lugar de actuar bajo la fuerza de la voluntad, bajo el ego, actúes bajo la fuerza de la intención y la imaginación. El poder de la imaginación es ilimitado y es el único que no tiene fecha de caducidad, no te supone ni disciplina ni esfuerzo imaginar aquellas cosas que quieres crear en tu vida, tan solo tienes que imaginarlo hacer una película de tu vida y crearla en ese mundo interior. Has dejado un espacio y has creado algo en un campo energético, intangible, no visible, pero lo has sentido y lo has vivido, por lo tanto ya existe. Ya está creado. Y, está en tu mundo. Son esas imágenes de aquello que verdaderamente se traduce en lo que tú tienes intención de crear.

Es muy importante lo pienses siempre desde el final, como si ya se hubiese cumplido y a partir de ahí hacerte la siguiente pregunta…

Por cierto, una pregunta CLAVE que, cuando me hice, todo, absolutamente todo, cambió para siempre.

¿Qué tengo que hacer para conseguir lo que tengo intención de crear?

A partir de ahí avanza, haciendo aquello que tienes intención de crear, sigue tu intuición, estate presente y si escuchas irás encontrando la forma, el cómo. Llegarán los recursos, llegarán las personas, los lugares, para facilitarte ese campo vibratorio que ya has generado con tu intuición.

Todo es energía, por lo tanto, concentra tu energía en lo que deseas crear no en lo que te falta conseguir o lograr porque adquirirás más de eso, carencia.

Espero te sirva, pero no me creas, vive tu propia experiencia, es tu elección.

Francis,