¿Cómo puedes manejar tu mente? Es un reto para todos. Sin embargo, todo cambia cuando conoces que la mente responde principalmente, a 2 cosas.
Esta es la regla por excelencia:
Cada cosa que pienses y consecuentemente cada cosa que sientas estarás ordenando a tu mente para que la haga y se pondrá manos a la obra. Tu mente responderá por lo tanto a:
1. La imagen mental que formas sobre los pensamientos que surgen y
2. El diálogo interno que estás teniendo en base a los sentimientos que te provocan.
Si quieres que tu mente rinda bien entonces estas son las tres reglas que te propongo:
Regla número 1: Tus palabras tienen que ser impecables.
Dentro de la conversación que mantenemos con nosotros mismos diariamente debemos hacer consciente la forma en la que nos hablamos constantemente, y con impecable me refiero a darle un estímulo positivo a tu mente, hasta incluso de placer puesto que ella hará lo que le ordenes, ella, recuerda, atiende a esa imagen mental y a ese dialogo interno:
Si por ejemplo te dices a ti mismo:
- Este trabajo está acabando conmigo, este trabajo me está matando.
Cambiarlo por:
A pesar de las circunstancias, sigo hacia adelante.
- Seguro que esto ya se ha hecho por alguien y mejor.
Cambiarlo por:
Seguramente ya se haya hecho, pero no por mí. Por lo tanto, será distinto.
- ¿Y si me rechazan? o lo que es peor, ¿y si me ignoran? Me aterra me tomen por un loco.
Cambiarlo por:
Estoy decidida a hacerlo a pesar de las opiniones ajenas, porque me apetece hacerlo y siento debo hacerlo.
Regla número 2: La mente no distingue entre lo que es real de lo que no lo es.
Si tienes miedo a hacer algo, o no te gusta hacer algo, pero debes hacerlo, miente a tu mente diciéndole, «me encanta hacerlo, me supone un verdadero placer». A base de repetición y esta es otra regla, haces entender a tu mente que eso te gusta y lo conviertes en algo real. Tu mente no sabrá discernir si es real o no. En realidad, no tiene por qué gustarte, pero tu mente no va a notar la diferencia.
Regla número 3: admírate y sé tu cheerleader particular.
Con pompones y todo, sí. No esperes elogios de los demás, ni busques la aprobación, no te sientas mal si no los recibes. Asegúrate de darte tu dosis particular de estímulo y motivación, de creer en ti y de darte el cariño que mereces. Trátate bien y mímate. Eso produce efectos físicos inmediatamente puesto que los pensamientos provocan sentimientos y estos se reflejan físicamente haciéndote subir la energía inmediatamente.
Si lo pones en práctica desde hoy, esto puede cambiar y mejorar tu vida considerablemente.
Me encantará leer tus comentarios, así que te animo e invito a que lo hagas.
Un abrazo,
Francis