¿SABES QUIEN ERES?

Hay 1 CLAVE para saber quien eres, quien verdaderamente eres. Te lo contaré al finalizar el vídeo y para ello me gustaría que prestases mucha atención. Para empezar a saber quién eres vas a tener que practicar el silencio y la soledad. Estando rodeado de personas todo el tiempo va a ser bastante complicado conocerse a uno mismo. Sin embargo, algo tan sencillo como eso es lo que precisamente le asusta a muchas personas y eso lo evitan a toda costa, constantemente, todo el tiempo, en realidad, porque es en el silencio y en la soledad el lugar dónde se puede llegar a descubrir mucha oscuridad a la que hay poner mucha luz.

Ya Sócrates decía que: «las verdaderas batallas se libran en el interior», y sí, desde luego es la única batalla que podemos dar por hecho que todos en la medida que sea tenemos continuamente. Y es cuando nos conocemos a nosotros mismos, cuando nos enfrentamos a esas batallas internas, cuando identificamos aquellas sombras que no nos gustan, esa oscuridad de la que nos hemos pasado gran parte de nuestra vida culpando a otros por ella. Sumidos en el más absoluto victimismo. Pensando que el problema siempre está afuera cuando todo nace y surge de dentro. Los demás solo nos sirven de espejo para descubrirnos y clarificar la imagen que proyectamos.

Conocernos verdaderamente es lo que va a dar sentido a nuestras vidas, es realmente un privilegio, darnos cuenta que hay más en nosotros por descubrir, de ahí que yo te diga que tú eres creatividad. Tu tienes unas capacidades muy grandes, pero solemos vernos más pequeños de lo que somos cuando tendríamos que desatar ese gigante interno que somos.

Desde luego a nadie nos han educado desde pequeños para que nos conozcamos en profundidad, para que potenciemos nuestras cualidades, nuestras habilidades innatas, nuestras virtudes. Más bien nos han enseñado la obediencia, el adoctrinamiento, la memorización. Pensar lo que se dice pensar, no es algo que nos hayan enseñado, desafortunadamente. No nos han educado para ser personas fuertes, autónomas con ideas propias, más bien nos han educado para que compitamos, memoricemos, para que no nos equivoquemos, ¡el error estaba fatal visto!, y para que levantemos la mano los primeros, cuando pregunta la profesora ¿Quién sabe esto? Haciendo de esta forma engrosar nuestra parte egótica y haciendo sentir mal a quien comete errores o no sabe la respuesta.

Nos han enseñado al juego de la silla, en donde han ido quitando sillas una a una, dejándonos un claro mensaje de que no había lugar para todos, alguien se quedaba fuera del juego, haciendo así de nuestras mentes jugar al juego de la escasez y que para ser abundante le tienes que quitar la silla a otro, de ahí la competitividad, las envidias y la falta de admiración en nuestra sociedad.

Creo que, aceptando decir, para empezar, que uno no sabe, es el primer paso para empezar a saber algo más. Empezar a equivocarse sin que nada ocurra, normalizándolo, es el primer paso para mejorar, e ir de fracaso en fracaso es el primer paso también para emprender la senda hacia la autorrealización personal, o la definición de éxito para cada uno.

Me gustaría traer toda la luz necesaria para que las personas puedan verdaderamente encontrar esa luz haciendo consciente el ser que verdaderamente eres.

Me encanta encontrarme con citas poco prudentes y provocadoras como las de en este caso el escritor George Bernard Shaw que dijo en su día:

«De pequeño tuve que interrumpir mi educación para ir a la escuela».

Si yo te preguntara ¿Qué fue aquello que aprendiste que te ha servido laboralmente a día de hoy?

Déjame un comentario al respecto.

Con ello no quiero decir que en la escuela no haya tenido profesores maravillosos de quienes guardo un gran recuerdo porque sí, los he tenido.

El tema es otro distinto, ¿para qué nos educan en la escuela? La gran motivación de la escuela debería ser prepararnos para un mundo real, en cambio nos preparaban para un mundo desfasado, un mundo que ya no existía, puesto que nuestras escuelas y me temo que las de ahora, todavía siguen en la era industrial. El sistema educativo parece que se haya estancado en la era industrial que fue para el que fue realmente diseñado, pero ese ya no nos sirve. Esa enseñanza no fomenta el aprendizaje más bien fomenta la obediencia y el conformismo. Aceptas las reglas como lo normal y aceptable. Y así hemos vivimos nuestra vida, aceptando todas las repuestas sin prácticamente cuestionarlas.

(Cuento un cuento de Helen Buckley…)

Por lo tanto, si de pequeños no nos enseñaron a pensar de forma autónoma, sino que nos educaron para ser seres pasivos, seres que dependían de que nos dieran la orden, que midieran nuestros tiempos, en lugar de aprender mientras nos equivocábamos, y ser personas conscientes de nuestras emociones, de descubrir nuestros talentos, y de disfrutar mientras se explora y se descubren todas estas cosas en nuestras vidas, si de pequeños no nos enseñaron esto, ES HORA DE HACERLO AHORA.

Es ahora cuando más necesitamos hacerlo. En esta Era parece que ya haya habido una explosión del autoconocimiento.

Y esa es la clave para saber quién eres, la educación que no recibimos de pequeños en las escuelas, la que siempre necesitamos, pero no obtuvimos. Esa educación, esa guía, la obtendremos a través de libros, de forma autodidacta, con mentores con resultados que ya tengan lo que tu deseas, con modelos de personas que pueden enseñarte, y una vez hayas aprendido de todos los maestros sigue siendo un estudiante, pero entonces aplica lo aprendido y utiliza ese nuevo mindset, esa nueva mentalidad para escuchar ese propio maestro en el que te conviertes y cree en ti.

Cree que tienes grandeza para crear con creatividad la vida que sueñas.

Francis