Para mí es importante hacer esta reflexión al final de este año tan turbulento, tempestuoso, que nos ha movido la casa entera, que, de hecho, nos la ha puesto hasta incluso patas arriba, en muchos sentidos.
Justo cuando acabé de escribir mis libros en marzo y empecé con el proceso de edición, nos confinaron. He de decir que “egoístamente”, y así es como lo siento, agradecí el silencio para enfocarme en un proceso laborioso, así como apasionante que jamás antes había hecho y que vivía con mucha ilusión.
Este año, el año del COVID-19, ha sido el año que saqué mis primeros libros a la venta en medio de tanta incertidumbre, emprendí un proyecto con ilusión y fe sin importar las circunstancias externas.
Estos son algunos de los aprendizajes que me deja el año, y que ahora, quiero compartir con vosotros.
- SALIR DE LO FAMILIAR. Habituarme a salir de la zona familiar o de la zona de confort, de la zona segura, hace que cree conexiones nuevas, hábitos nuevos que se convierten en zonas familiares nuevas. Quedarme en la zona de confort me produce estancamiento. Sólo el crecimiento es lo que me da la felicidad.
- ESPERAR LO MEJOR A PESAR DE LAS CIRCUNSTANCIAS. Que no te limiten las circunstancias externas es algo que he aprendido a poner en práctica desde hace unos muy poquitos años. Salir del victimismo ha sido una tarea ardua. Observar el milagro de todo lo que acontece a mi alrededor y pensar que lo mejor siempre está por llegar cambia mis días radicalmente. No tener la necesidad ya de culpar a los demás, culpar una situación y en definitiva buscar una excusa en lugar de buscar un motivo para crecer y ser mejor persona.
- ACCIÓN EN CALMA. Un concepto que creé y que me ha hecho entrar en la verdadera y profunda acción, y desde ese lugar, he podido creer que podía crear cosas. Es esa acción inspirada la que te permite fluir. Cuando hablo de acción en calma es el flujo de movimiento a través del ser, a través de hacer las cosas por convicción propia y no porque debes hacer por ocupar tu tiempo haciendo algo.
- VULNERABILIDAD. Poder transmitir sin dejar de ser yo misma, darme el permiso de quitarme todas las capas, todas las máscaras, ha sido muy difícil, un paso importante en mi vida, pero que, agradezco profundamente haber tomado la iniciativa y mostrarme tal cual soy.
- SABER ESCUCHAR MEJOR Y CUIDAR LAS PALABRAS. Centrarme más en los demás y no tanto en mí, prestar atención, vivir más espontáneamente sin tener respuestas preparadas, pero al mismo tiempo, cuidar mis palabras porque son creadoras, y tanto que lo son, como siempre te digo.
- ENCONTRAR MOMENTOS DE ARMONIA Y EQUILIBRIO. Dar esos largos paseos por la naturaleza, el mar de mi ciudad, paseos de hasta dos horas, me han hecho serenarme en un mundo ruidoso de completo caos. Estar continuamente rodeado de negatividad y trabajar para que esa energía no te llegue, sabemos no es fácil. Sin embargo, a pesar de ello, estos momentos de escape hacia la vuelta a mi centro, se han convertido en pequeñas misiones personales, casi diarias, esa cita con mi artista interior que me pedía cuidase de ella a capa y espada y le “confinase” un tiempo relevante para mimarla, escucharla y activarla.
- CUALQUIER EMOCIÓN ES CREADORA. Se puede crear desde el dolor, aunque prefiero crear desde la alegría. La actitud va a ser la que va a determinar tus acciones. La creatividad es buena compañera siempre estés dispuesto a abrirte a ella. Cuando te presentas ante ella se produce una colaboración íntima y única.
- CENTRARME EN LO QUE QUIERO. Esto ha sido crucial, centrarme en lo que me falta, hace que me falte más, por lo tanto, ¿para que centrarse en lo que te falta si allá donde pongas tu atención va tu energía? Pues entonces, ¡voy a centrarme en lo que quiero!
- NO DAR NADA POR HECHO. Todo tiene el significado que quieras darle. Desde tu lupa particular, la vida podrá parecerte una conspiración o la vida puede ser un verdadero milagro. De cada uno dependerá tener una u otra versión de la vida. Anticiparse y tomar tus propias conclusiones es algo que he dejado de hacer. No dar nada por hecho, me hace siempre recordar un dicho popular que siembre ha sembrado esta duda continua y que en mi opinión no nos ayuda, ese es, ¡piensa mal y acertarás! Justamente ahora es cuando mejor pienso de todo, y de todos. Creo firmemente que todos libran batallas diarias, es lo único que me atrevo a dar por hecho.
- REFORZAR MI VISIÓN. Un pueblo sin visión perecerá, por lo tanto, tener una visión de ti mismo hace que vayas en una dirección, que cada paso que tomes te acerque a ese destino. Tener una razón y un motivo por el cual vivir. Tener claridad en esa visión de ti mismo en todas las áreas de tu vida es la clave del éxito de todas las personas. Repetirte y grabarte a fuego esa visión es lo que me activa diariamente.
Estas son unas breves enseñanzas de este año, ¿Cuáles han sido las tuyas?